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Franco y Mola saliendo de una reunión en Burgos en 1936 |
En la imagen se observa a Francisco Franco general del ejército sublevado del sur junto con el General
Emilio Mola, general del ejército sublevado del norte, saliendo de una reunión
en Burgos, 1936.
De un previsible Directorio Militar a la Junta de
Defensa Nacional
En los primeros días del
alzamiento no había existido una gran coordinación entre los generales del
bando nacional. Los conspiradores habían previsto que para dirigir el
movimiento se constituyera un Directorio Militar presidido por el general José Sanjurjo, pero
éste murió el 20 de julio de 1936 en un accidente aéreo cuando, al partir de
Portugal, el avión, pilotado por el aviador monárquico Ansaldo, capotó y se
estrelló. De hecho, el mismo 19 de Julio, antes del fallecimiento de Sanjurjo,
el general Mola había elaborado una lista ampliada del directorio militar, así
como las primeras disposiciones a dictar. Pero para cubrir el vacío creado por la muerte del
General Sanjurjo y la dispersión de autoridad, el General Mola constituyó en
Burgos el 24 de Julio de 1936 la Junta de Defensa Nacional, que asumía todos los poderes
del Estado y representaba legítimamente al País ante las potencias extranjeras
(Boletín Oficial del Estado del día 25 de Julio). La Junta
de Defensa Nacional tuvo su sede en Burgos, que, durante ese año,
se convirtió en la ciudad del régimen, hasta el punto de que el gobierno
sublevado era conocido como el Gobierno de Burgos.
Ante la muerte de Sanjurjo, tomó
el relevo el general Mola que fue el planificador principal de la acción,
aunque hubo también elementos civiles. Descartó una Junta con elementos civiles
y el organismo creado fue de carácter exclusivamente militar. La Junta fue
decidida por Mola sin consultar absolutamente con nadie, por lo que puede
llevar a plantearse la pregunta cual pudo ser la reacción de Franco desde África
ante su creación, especialmente cuando sabemos que menos de una semana después
de formase la Junta, Franco dijo a un representado del partido nazi que el
Gobierno “nacionalista” se había organizado en forma de un directorio de tres
generales (Queipo, Mola y Franco), bajo su presidencia (la del propio Franco). La
Junta estaba presidida por Cabanellas en su condición de jefe más antiguo en el
escalafón (el criterio de la graduación se impuso a cualquier otro principio
jerárquico), y compuesta por otros cuatro generales (Mola, Saliquet, Miguel
Ponte y Fidel Dávila) y dos coroneles como secretarios (Montaner Moreno). La Junta nombró a Franco como jefe
de las fuerzas sublevadas en el frente sur y el 3 de agosto se incorporaron a
la junta colegiada el propio general Franco, Queipo, Orgaz, el general Gil
Yuste y el almirante Moreno. Este organismo, con carácter interino funcionó
como instrumento de la intendencia y la administración básicas hasta que la
esperada ocupación de la capital (Madrid) permitiera hacerse con los órganos
centrales del Estado. Aunque se convirtió en el instrumento de representación
colectiva del poder militar en la zona sublevada, no tuvo la dirección estratégica
de las operaciones bélicas que siguió en manos de Mola (norte), Queipo (sur) y
Franco (ejército de África y en marcha victoriosa sobre Madrid).
Un bando de la junta del 28 de
Julio extendía el estado de guerra a todo el territorio español, bando que
permaneció en vigor hasta abril de 1948. El 13 de septiembre se ilegalizan todos los
partidos y sindicatos de izquierda, la incautación de bienes/propiedades y la
depuración de la administración pública. Así mismo se firma un decreto de la
junta por el cual la bandera tricolor establecida por la II República era
reemplazada por la bicolor (creada en tiempos de Carlos III). Un decreto del 25 de septiembre ratifica la
exclusividad del dominio militar.
De
la Junta de Defensa Nacional a la Junta Técnica del Estado
A finales de Septiembre de 1936,
los triunfos militares y la expectativa de un próximo asalto final sobre
Madrid, plantearon a los generales la necesidad de concentrar la dirección
estratégica y política en un mando único. En dos reuniones sucesivas en
Salamanca, el 21 y 28 de septiembre, La Junta decidió elegir a franco, con la única
reserva de Cabanellas, como “Generalísimo de las fuerzas nacionales de tierra,
mar y aire” y “Jefe del Gobierno del Estado Español”, confiriéndole los poderes
del Nuevo Estado (BOE del día 30).
Dicha Junta estuvo vigente hasta
el 1 de octubre, fecha en la cual, en su primera decisión política firmada como
“Jefe del Estado”, Franco creaba una Junta Técnica del Estado, sometida a la aprobación del
Jefe del Estado y vertebrada en siete comisiones, prefiguradotas de los futuros
Ministerios. El encumbramiento político del general Franco significó la
conversión de la Junta Militar colegiada en una dictadura militar de carácter
personal, con un titular investido por sus compañeros de armas como supremo líder
y representante del único poder imperante en la España insurgente.
El fracaso del asalto a Madrid y
la conversión de la guerra en un conflicto de larga duración, impulsó a Franco
a dar un crucial paso en la institucionalización de su régimen sin previa
consulta con los interesados. El 19 de abril de 1937, decretó la unificación
forzosa de todos los partidos derechistas en una sola entidad política de carácter
nacional denominada Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de
las JONS).
Policentrismo
inicial y progresiva concentración de
poder
Hay que decir que la Junta de Defensa, en los
primeros momentos, estuvo lejos de ser el único organismo de dirección política
de los sublevados. Se dio también un manifiesto policentrismo, destacando dos
centros claves de decisión complementarios que constituyeron, en su momento,
reductos de poder resistentes a la concentración a la concentración de poder que
finalmente llevó a cabo Franco (Queipo de Llano en el sur y los carlistas).
¿
Por qué Franco y por qué no Mola? ¿ Quién y por qué añadió al supremo mando
militar también el político?
Por último, cabría plantearse la
pregunta de ¿Qué pasó con Mola? ¿ Por qué Franco y por qué no Mola, cuando tuvo
desde el comienzo el protagonismo de la conspiración militar y la sublevación?.
Se sabe de una intervención de Mola (candidato posible a las máximas
responsabilidades), en una reunión convocada por Franco respaldado por los monárquico
y con apoyo del general Kindelán: “”Si antes de ocho días no se ha nombrado
Generalísimo, yo no sigo”; yo digo: ahí queda eso y me voy”. Mola pudo ponerle
dificultades a Franco pero no lo hizo; Queipo carecía de argumentos para
exponerlos en público y Cabanellas no fue tomado en consideración. Se votó
por unanimidad a Franco con excepción de
Cabanellas.
El decreto que añadía al supremo
mando militar el político lo trajo redactado a una reunión Kindelán, que admitió
públicamente que había tenido mala acogida entre los presentes ya que extendía
la magistratura de Franco al terreno político. Mola y Queipo abandonaron la
reunión por discrepancia, aunque posteriormente, Cabanellas, aceptó el nombramiento
de Franco, seguramente con consulta previa a Mola y Queipo. Los historiadores
afirman que resulta sorprendente que se
hubiese tomado una decisión de tanta importancia de una manera tan
simple. El encargado de redactar el decreto fue el catedrático José Yanguas con
intervención de Franco. La fórmula varió de manera sustancial el texto inicial
de Kindelán dado que se pasó de una propuesta de magistratura temporal en qe lo
castrense fuera lo esencial a una magistratura dictatorial personal y
vitalicia.
Fuentes
consultadas:
* Enrique Moradiellos; La
España de Franco. Política y sociedad (1939-1975); Editorial Síntesis, 2000, p. 36-45.
* Javier Tusell; “ La evolución
política de la zona sublevada” en Santos Juliá (Coordinador); República
y Guerra en España (1931-1939); Editorial Espasa, 2006, p. 363-421.
* Ángel Bahamonde; “La Guerra
Civil” (1936-1939) en Ángel Bahamonde; Historia de España. Siglo
XX (1875-1939), Editorial Cátedra,
2008 (3ª edición), p. 639-683.