miércoles, 5 de marzo de 2014

COMENTARIO IMÁGEN HISTÓRIA (3): FRANCO Y MOLA REUNIDOS EN BURGOS


Franco y Mola saliendo de una reunión en Burgos en 1936

En la imagen se observa a Francisco Franco general del ejército sublevado del sur junto con el General Emilio Mola, general del ejército sublevado del norte, saliendo de una reunión en Burgos, 1936. 
De un previsible Directorio Militar a la Junta de Defensa Nacional
En los primeros días del alzamiento no había existido una gran coordinación entre los generales del bando nacional. Los conspiradores habían previsto que para dirigir el movimiento se constituyera un Directorio Militar  presidido por el general José Sanjurjo, pero éste murió el 20 de julio de 1936 en un accidente aéreo cuando, al partir de Portugal, el avión, pilotado por el aviador monárquico Ansaldo, capotó y se estrelló. De hecho, el mismo 19 de Julio, antes del fallecimiento de Sanjurjo, el general Mola había elaborado una lista ampliada del directorio militar, así como las primeras disposiciones a dictar. Pero para  cubrir el vacío creado por la muerte del General Sanjurjo y la dispersión de autoridad, el General Mola constituyó en Burgos el 24 de Julio de 1936 la Junta de Defensa Nacional, que asumía todos los poderes del Estado y representaba legítimamente al País ante las potencias extranjeras (Boletín Oficial del Estado del día 25 de Julio). La Junta de Defensa Nacional  tuvo su sede en Burgos, que, durante ese año, se convirtió en la ciudad del régimen, hasta el punto de que el gobierno sublevado era conocido como el Gobierno de Burgos.
Ante la muerte de Sanjurjo, tomó el relevo el general Mola que fue el planificador principal de la acción, aunque hubo también elementos civiles. Descartó una Junta con elementos civiles y el organismo creado fue de carácter exclusivamente militar. La Junta fue decidida por Mola sin consultar absolutamente con nadie, por lo que puede llevar a plantearse la pregunta cual pudo ser la reacción de Franco desde África ante su creación, especialmente cuando sabemos que menos de una semana después de formase la Junta, Franco dijo a un representado del partido nazi que el Gobierno “nacionalista” se había organizado en forma de un directorio de tres generales (Queipo, Mola y Franco), bajo su presidencia (la del propio Franco). La Junta estaba presidida por Cabanellas en su condición de jefe más antiguo en el escalafón (el criterio de la graduación se impuso a cualquier otro principio jerárquico), y compuesta por otros cuatro generales (Mola, Saliquet, Miguel Ponte y Fidel Dávila) y dos coroneles como secretarios (Montaner  Moreno). La Junta nombró a Franco como jefe de las fuerzas sublevadas en el frente sur y el 3 de agosto se incorporaron a la junta colegiada el propio general Franco, Queipo, Orgaz, el general Gil Yuste y el almirante Moreno. Este organismo, con carácter interino funcionó como instrumento de la intendencia y la administración básicas hasta que la esperada ocupación de la capital (Madrid) permitiera hacerse con los órganos centrales del Estado. Aunque se convirtió en el instrumento de representación colectiva del poder militar en la zona sublevada, no tuvo la dirección estratégica de las operaciones bélicas que siguió en manos de Mola (norte), Queipo (sur) y Franco (ejército de África y en marcha victoriosa sobre Madrid).
Un bando de la junta del 28 de Julio extendía el estado de guerra a todo el territorio español, bando que permaneció en vigor hasta abril de 1948.  El 13 de septiembre se ilegalizan todos los partidos y sindicatos de izquierda, la incautación de bienes/propiedades y la depuración de la administración pública. Así mismo se firma un decreto de la junta por el cual la bandera tricolor establecida por la II República era reemplazada por la bicolor (creada en tiempos de Carlos III).  Un decreto del 25 de septiembre ratifica la exclusividad del dominio militar.
De la Junta de Defensa Nacional a la Junta Técnica del Estado
A finales de Septiembre de 1936, los triunfos militares y la expectativa de un próximo asalto final sobre Madrid, plantearon a los generales la necesidad de concentrar la dirección estratégica y política en un mando único. En dos reuniones sucesivas en Salamanca, el 21 y 28 de septiembre, La Junta decidió elegir a franco, con la única reserva de Cabanellas, como “Generalísimo de las fuerzas nacionales de tierra, mar y aire” y “Jefe del Gobierno del Estado Español”, confiriéndole los poderes del Nuevo Estado (BOE del día 30).
Dicha Junta estuvo vigente hasta el 1 de octubre, fecha en la cual, en su primera decisión política firmada como “Jefe del Estado”, Franco creaba una Junta Técnica del Estado, sometida a la aprobación del Jefe del Estado y vertebrada en siete comisiones, prefiguradotas de los futuros Ministerios. El encumbramiento político del general Franco significó la conversión de la Junta Militar colegiada en una dictadura militar de carácter personal, con un titular investido por sus compañeros de armas como supremo líder y representante del único poder imperante en la España insurgente.
El fracaso del asalto a Madrid y la conversión de la guerra en un conflicto de larga duración, impulsó a Franco a dar un crucial paso en la institucionalización de su régimen sin previa consulta con los interesados. El 19 de abril de 1937, decretó la unificación forzosa de todos los partidos derechistas en una sola entidad política de carácter nacional denominada Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS).
Policentrismo inicial  y progresiva concentración de poder
 Hay que decir que la Junta de Defensa, en los primeros momentos, estuvo lejos de ser el único organismo de dirección política de los sublevados. Se dio también un manifiesto policentrismo, destacando dos centros claves de decisión complementarios que constituyeron, en su momento, reductos de poder resistentes a la concentración a la concentración de poder que finalmente llevó a cabo Franco (Queipo de Llano en el sur y los carlistas).
¿ Por qué Franco y por qué no Mola? ¿ Quién y por qué añadió al supremo mando militar también el político?
Por último, cabría plantearse la pregunta de ¿Qué pasó con Mola? ¿ Por qué Franco y por qué no Mola, cuando tuvo desde el comienzo el protagonismo de la conspiración militar y la sublevación?. Se sabe de una intervención de Mola (candidato posible a las máximas responsabilidades), en una reunión convocada por Franco respaldado por los monárquico y con apoyo del general Kindelán: “”Si antes de ocho días no se ha nombrado Generalísimo, yo no sigo”; yo digo: ahí queda eso y me voy”. Mola pudo ponerle dificultades a Franco pero no lo hizo; Queipo carecía de argumentos para exponerlos en público y Cabanellas no fue tomado en consideración. Se votó por  unanimidad a Franco con excepción de Cabanellas.
El decreto que añadía al supremo mando militar el político lo trajo redactado a una reunión Kindelán, que admitió públicamente que había tenido mala acogida entre los presentes ya que extendía la magistratura de Franco al terreno político. Mola y Queipo abandonaron la reunión por discrepancia, aunque posteriormente, Cabanellas, aceptó el nombramiento de Franco, seguramente con consulta previa a Mola y Queipo. Los historiadores afirman que resulta sorprendente que se  hubiese tomado una decisión de tanta importancia de una manera tan simple. El encargado de redactar el decreto fue el catedrático José Yanguas con intervención de Franco. La fórmula varió de manera sustancial el texto inicial de Kindelán dado que se pasó de una propuesta de magistratura temporal en qe lo castrense fuera lo esencial a una magistratura dictatorial personal y vitalicia.
Fuentes consultadas:
* Enrique Moradiellos; La España de Franco. Política y sociedad (1939-1975); Editorial Síntesis, 2000, p. 36-45.
* Javier Tusell; “ La evolución política de la zona sublevada” en Santos Juliá (Coordinador); República y Guerra en España (1931-1939); Editorial Espasa, 2006, p. 363-421.
* Ángel Bahamonde; “La Guerra Civil” (1936-1939) en Ángel Bahamonde; Historia de España. Siglo XX (1875-1939), Editorial Cátedra, 2008 (3ª edición), p. 639-683.