El revisionismo histórico ha
provocado desde hace tiempo polémicos debates con historiadores profesionales
que mantienen posturas matizadas pero tienen grandes acuerdos comunes.
Edward Malefakis |
Algunos de sus críticos (Tusell,
Francisco Espinosa, Alberto Reig Tapia, Enrique Moradiellos, Edward Malefakis,
Eduardo Calleja y otros) le han dedicado numerosos artículos e incluso libros.
Por ejemplo, Edward Malefakis le ha dedicado un explendido artículo en el
periódico el País referido al período de la II República Española (La Segunda República y el revisionismo),
el historiador Francisco Espinosa publicó en 2005 varios libros respondiendo a
este tipo de prácticas ( El fenómeno
revisionista y los fantasmas de la derecha española; Contra el olvido. Historia
y memoria de la Guerra civil), Alberto Reig Tapia, discípulo de Manuel
Tuñón de Lara y catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rovira y
Virgili de Tarragona ha sido el que se ha mostrado más beligerante e
inflexible, concretamente con Pío Moa (Anti-Moa
y Revisionismo y política. Pío Moa revisitado). El prestigioso historiador
Stanley Payne publicó, en este sentido, en 1934 Comienza la Guerra Civil. En torno al libro de Pío Moa y El colapso de
la República (1931-1936). Pedro Carlos Gonzáles Cuevas publicó un
interesante artículo en Catoblepas, titulado ¿Revisionismo histórico en
España?. El historiador Enrique Moradiellos, entre otras aportaciones,
escribió Revisión histórica critica y
pseudo-revisionismo político presentista. El caso de la Guerra Civil Española. Por
último, y sin afán de ser exhaustivos, quiero destacar la aportación de Eduardo
Calleja en el número 11 (2013) de la Revista Hispania Nova aplicado a la II
República (La historiografia sobre la
violencia política en la Segunda República española: una reconsideración).
Actualmente comienza a establecerse
cada vez con más rigor la historiografía sobre la II República, la Guerra Civil
y el Franquismo. Una prueba de ello es el próximo Congreso Internacional de Historiografía sobre la II República Española
organizado por el equipo de investigación establecido en el Departamento de
Humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid.
Sin pretender registrar todas las
aportaciones, voy a comentar más ampliamente aportaciones de dos historiadores
(Edward Malefakis y Eduardo Calleja) sobre la Segunda República y el
revisionismo.
El primero, Edward Malefakis indica que
durante el régimen de Franco escaseaba el debate público y académico sobre la
naturaleza de la Segunda República española y su responsabilidad en el
estallido de la Guerra Civil. La visión de la dictadura era que la II República
había sido una catástrofe y la culminación de la degeneración española desde la
desgraciada aparición del liberalismo. La crisis republicana se habría
agudizado después de octubre de 1934 con la revolución sangrienta de Asturias y
la proclamación de independencia de la Generalitat catalana deslizándose hacia
el caos tras la victoria del Frente Popular en 1936. La situación de España
recordaba a la de Rusia de 1917 y su
resultado habría sido similar con un gobierno extremista, una revolución social
y la imposición de una dictadura del proletariado.
En los últimos años de la dictadura
y durante el período de la transición a la democracia, comenta Malefakis, los
profesionales de la historia comenzaron a cuestionar esta línea argumental
ofreciendo una valoración positiva de la República. Durante los años noventa,
como reacción a este consenso, Pío Moa y otros historiadores lanzaron una
campaña revisionista que prosperó toda una década hasta que en 2006 su argumentarlo
quedó desacreditado por la literatura producida en el contexto de la
conmemoración conjunta de los dos aniversarios (el 70º del comienzo de la
Guerra Civil y el 75º de la proclamación de la II República).
La desaparición de lo que Malefakis
llama <la escuela revisionista de Moa> dio paso a la aparición de lo que
denomina <neorevisionismo>. Es una corriente re-interpretativa que
procede de forma más indirecta, moderada, no tiene un líder claro ni una
narración histórica definida. El autor nos da algunas claves para diferenciar a
los neorevisionistas de los revisionistas: su discurso histórico no es
catastrofista sino más bien neutral y utilizan dos corrientes de pensamiento
diferentes pero relacionadas. La primera es denominada por Malefakis como “interpretación
puritana o purista” y se sustenta en el argumentarlo de que, si bien la república
no resultó una experiencia catastrófica, tampoco fue el magnífico modelo de
democracia que aseguraban sus partidarios. El autor reconoce que la II República
tuvo mil fallos y que en varias ocasiones se comportó de manera antidemocrática
dado que resulta imposible disculpar por completo la revolución de octubre o la
censura de prensa pero también, afirma, construyó la primera democracia auténtica
de España y ningún régimen democrático de la historia ha estado jamás
completamente libre de desviaciones ocasionales.
La segunda línea de pensamiento
neorrevisionista, más moderna, la denomina “comparativista” y subraya el contraste
entre la transición democrática pacífica y fructífera y la historia conflictiva
de la República. Dice muchas verdades pero se olvida de otra tanto o más
importantes. Asevera el autor que si la República y la Transición tuvieron
muchas semejanzas, sus épocas respectivas no pudieron ser más distintas y el
contraste entre ambas experiencias fue enorme (los años treinta fueron
turbulentos en Europa mientras que los años setenta y ochenta fueron
tranquilos; en los años treinta el ejército intervenía sin cesar en política
mientras que en los setenta aceptaba la primacía del poder civil sin
tentaciones pretorianas; los movimientos obreros estaban todavía poseídos por
mitologías revolucionarias mientras que en en la transición habían abandonado
sus mitos revolucionarios; la economía española hay que situarla en el contexto
de la Gran Depresión mientras que en la transición el analfabetismo y el hambre
estaban erradicados; la industria y los servicios estaban poco desarrollados y
más de la mitad de la población laboraba en el campo, etc.
En definitiva, Malefakis afirma que,
la II República junto con la Transición, a pesar de errores y defectos, fueron verdaderas
glorias del siglo XX español y que sólo fuerzas atávicas y violentas
sumergieron a la primera en una cruenta guerra civil y, posteriormente en una
dictadura que durante sus dos primeras décadas resultó cruel y retrógrada.
Autor: José Pérez Gándara
Fuentes:
* Javier
Tusell; “El revisionismo histórico
español”, El País, 8 de Julio de 2004.
*
Edward Malefakis; “La Segunda República y el revisionismo”. El País. 12 Julio,
2011