lunes, 24 de marzo de 2014

EL DEBATE HISTÓRICO E HISTORIOGRÁFICO SOBRE LA II REPÚBLICA. SOBRE NEGACIONISMOS, REVISIONISMOS Y NEOREVISIONISMOS EN EL DISCURSO HISTÓRICO (y II)

El revisionismo histórico ha provocado desde hace tiempo polémicos debates con historiadores profesionales que mantienen posturas matizadas pero tienen grandes acuerdos comunes.
Edward Malefakis

Algunos de sus críticos (Tusell, Francisco Espinosa, Alberto Reig Tapia, Enrique Moradiellos, Edward Malefakis, Eduardo Calleja y otros) le han dedicado numerosos artículos e incluso libros. Por ejemplo, Edward Malefakis le ha dedicado un explendido artículo en el periódico el País referido al período de la II República Española (La Segunda República y el revisionismo), el historiador Francisco Espinosa publicó en 2005 varios libros respondiendo a este tipo de prácticas ( El fenómeno revisionista y los fantasmas de la derecha española; Contra el olvido. Historia y memoria de la Guerra civil), Alberto Reig Tapia, discípulo de Manuel Tuñón de Lara y catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona ha sido el que se ha mostrado más beligerante e inflexible, concretamente con Pío Moa (Anti-Moa y Revisionismo y política. Pío Moa revisitado). El prestigioso historiador Stanley Payne publicó, en este sentido, en 1934 Comienza la Guerra Civil. En torno al libro de Pío Moa y El colapso de la República (1931-1936). Pedro Carlos Gonzáles Cuevas publicó un interesante artículo en Catoblepas, titulado ¿Revisionismo  histórico en España?. El historiador Enrique Moradiellos, entre otras aportaciones, escribió Revisión histórica critica y pseudo-revisionismo político presentista. El caso de la Guerra Civil Española. Por último, y sin afán de ser exhaustivos, quiero destacar la aportación de Eduardo Calleja en el número 11 (2013) de la Revista Hispania Nova aplicado a la II República (La historiografia sobre la violencia política en la Segunda República española: una reconsideración).

Actualmente comienza a establecerse cada vez con más rigor la historiografía sobre la II República, la Guerra Civil y el Franquismo. Una prueba de ello es el próximo Congreso Internacional de Historiografía sobre la II República Española organizado por el equipo de investigación establecido en el Departamento de Humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid.
Sin pretender registrar todas las aportaciones, voy a comentar más ampliamente aportaciones de dos historiadores (Edward Malefakis y Eduardo Calleja) sobre la Segunda República y el revisionismo.

 El primero, Edward Malefakis indica que durante el régimen de Franco escaseaba el debate público y académico sobre la naturaleza de la Segunda República española y su responsabilidad en el estallido de la Guerra Civil. La visión de la dictadura era que la II República había sido una catástrofe y la culminación de la degeneración española desde la desgraciada aparición del liberalismo. La crisis republicana se habría agudizado después de octubre de 1934 con la revolución sangrienta de Asturias y la proclamación de independencia de la Generalitat catalana deslizándose hacia el caos tras la victoria del Frente Popular en 1936. La situación de España recordaba a la de Rusia de 1917  y su resultado habría sido similar con un gobierno extremista, una revolución social y la imposición de una dictadura del proletariado.

En los últimos años de la dictadura y durante el período de la transición a la democracia, comenta Malefakis, los profesionales de la historia comenzaron a cuestionar esta línea argumental ofreciendo una valoración positiva de la República. Durante los años noventa, como reacción a este consenso, Pío Moa y otros historiadores lanzaron una campaña revisionista que prosperó toda una década hasta que en 2006 su argumentarlo quedó desacreditado por la literatura producida en el contexto de la conmemoración conjunta de los dos aniversarios (el 70º del comienzo de la Guerra Civil y el 75º de la proclamación de la II República).

La desaparición de lo que Malefakis llama <la escuela revisionista de Moa> dio paso a la aparición de lo que denomina <neorevisionismo>. Es una corriente re-interpretativa que procede de forma más indirecta, moderada, no tiene un líder claro ni una narración histórica definida. El autor nos da algunas claves para diferenciar a los neorevisionistas de los revisionistas: su discurso histórico no es catastrofista sino más bien neutral y utilizan dos corrientes de pensamiento diferentes pero relacionadas. La primera es denominada por Malefakis como “interpretación puritana o purista” y se sustenta en el argumentarlo de que, si bien la república no resultó una experiencia catastrófica, tampoco fue el magnífico modelo de democracia que aseguraban sus partidarios. El autor reconoce que la II República tuvo mil fallos y que en varias ocasiones se comportó de manera antidemocrática dado que resulta imposible disculpar por completo la revolución de octubre o la censura de prensa pero también, afirma, construyó la primera democracia auténtica de España y ningún régimen democrático de la historia ha estado jamás completamente libre de desviaciones ocasionales.

 La segunda línea de pensamiento neorrevisionista, más moderna, la denomina “comparativista” y subraya el contraste entre la transición democrática pacífica y fructífera y la historia conflictiva de la República. Dice muchas verdades pero se olvida de otra tanto o más importantes. Asevera el autor que si la República y la Transición tuvieron muchas semejanzas, sus épocas respectivas no pudieron ser más distintas y el contraste entre ambas experiencias fue enorme (los años treinta fueron turbulentos en Europa mientras que los años setenta y ochenta fueron tranquilos; en los años treinta el ejército intervenía sin cesar en política mientras que en los setenta aceptaba la primacía del poder civil sin tentaciones pretorianas; los movimientos obreros estaban todavía poseídos por mitologías revolucionarias mientras que en en la transición habían abandonado sus mitos revolucionarios; la economía española hay que situarla en el contexto de la Gran Depresión mientras que en la transición el analfabetismo y el hambre estaban erradicados; la industria y los servicios estaban poco desarrollados y más de la mitad de la población laboraba en el campo, etc.


En definitiva, Malefakis afirma que, la II República junto con la Transición, a pesar de errores y defectos, fueron verdaderas glorias del siglo XX español y que sólo fuerzas atávicas y violentas sumergieron a la primera en una cruenta guerra civil y, posteriormente en una dictadura que durante sus dos primeras décadas resultó cruel y retrógrada. 

Autor: José Pérez Gándara

Fuentes:

* Javier Tusell; “El revisionismo histórico español”, El País, 8 de Julio de 2004.

* Edward Malefakis; “La Segunda República y el revisionismo”. El País. 12 Julio, 2011